Reverdece
el antiguo poderío naval de la armada aragonesa, ahora bajo el pabellón
estrellado de la Navy.Cat. La ANC, la
entidad que dirige Carme Forcadell, quiere que los buques catalanes surquen de
nuevo las aguas del Mediterráneo. ¿Será Quico Homs la reencarnación del
almirantazgo almogávar que sembró el terror marítimo de uno a otro confín?
Todo
aquello que, cuando jóvenes, nos contaron los
progres catalanistas, a saber, que si
un patriota, un idiota, o la mili no mola, ni catalana ni española,
que una bandera no es más que un trapo y la monserga del pacifismo
congénito de los nativos, era pura filfa, una trola. De lo que se trataba, y el
tiempo lo ha demostrado, era de socavar mediante la burla esos conceptos,
patria, ejército y bandera, para sustituirlos por otros, los genuinos o casolans (caseros), es decir, por el
militarismo aborigen. A los catalanistas, los uniformes, los fusiles y los
desfiles, les ponen tiernos… no hay más que ver sus belígeras ensoñaciones. Se
les hace la boca agua con el un-dos, un-dos.cat.
Nos llaman
a filas. Los banderines de enganche (banderons
d’enganxament) recorrerán villas y aldeas para dotar de marinería y
oficialidad los navíos de la Armada.Cat, que tendrá la encomienda de garantizar
la inviolabilidad de nuestras aguas jurisdiccionales, de repeler los ataques de
la pérfida armada española y reeditar la conquista de las islas Baleares como
en tiempos de Jaime I.
El presupuesto,
según la ANC, supera los 2.000 millones de euros (o lo que es lo mismo, el
cierre, no ya de unas camas hospitalarias, sino de hospitales enteros). La
cifra es un pelín austera y no da para
una flota muy allá, fuera de un par de corbetas o fragatas de segunda o tercera
mano y a medio desballestar. El buque insignia será el portaeronaves Aymerich Despuig, legendario piloto
arteramente rebautizado por los italianos como Americo Vespuccio, pero que era catalán de socarrel (de pura cepa), según han señalado los historiadores de
la prestigiosa escuela Bilbeny,
hurtado así a nuestra gloriosa galería de héroes náuticos. Indudablemente la
base naval de la flota.cat será, cómo no, la playa de Pals, de donde zarpó en
realidad Colón (es decir, Colom) para ofrecer a Occidente el descubrimiento de
nuevas tierras.
Toda armada
necesita un duro entrenamiento, es cosa sabida, y ha de disponer de un
aguerrido cuerpo de infantes de marina, impasibles al miedo, al fuego artillado
y al fragor de la batalla. Hombres hechos de otra pasta, esculpidos en la misma
forja que esas imponentes baterías que jalonan los fortines de la costa.
Fuentes dignas de relativo crédito nos han transmitido la letra del himno adoptada
por la marinería catalana, que no será la tradicional Salve, sino, por aquello de cultivar la diferencia, una tonadilla
pop inspirada en un hit musical de
los 80 del grupo Village People:
In the Navy,
A l’armada ten’s un lloc
In the Navy,
Allista’t no tinguis por
In the Navy,
Per la pàtria defensar
In the Navy,
I els xarnegos esclafar…
Asimismo,
como todo el mundo ha visto en las pelis americanas, sea el caso de La chaqueta metálica de Kubrik, el
cuerpo de marines ha de inocular el espíritu marcial y combativo en el corazón
de cada hombre, y una herramienta inmejorable para tal fin es elevar la moral
de la tropa mediante ceremonias iniciáticas con sus belísonos cánticos. Los
estribillos que propone el instructor y que repite la soldadesca a coro y en
carrera, serán en la naciente armada catalana los mismos que se emplean ya para
motivar a los futuros inspectores lingüísticos de la Agència Catalana de Consum y a los candidatos más fanatizados a
ocupar la dirección de los centros escolares. Para muestra un botón:
Que me’n dius del castellà a l’escola?
(y repiten los marines)
Ni parlar-ne o et tallo la titola (pilila)
(y repiten
los marines)
El bilingüisme és una castanya,
I ens fotem de la puta Espanya.
Els bilingüistes fan molta pudor,
Millor s’estarien al camp de Sobibor.
Albert Boadella és un borinot
Fes vudú amb el seu ninot.
Historia de la más nombrada batalla de la invencible flota catalana contra la traidora España, de los sucesos sucedidos durante la misma y de los lamentos lamentables de su honorapbla almirante de la mar océana y otros mares propios del Imperio bananero catalán de Cataluña
ResponderEliminarLa armada catalanista
se atisba en el horizonte
ya corre la gente al monte
a combatir la conquista.
Su flota nubla la vista
de quién vigila los mares.
Vienen barcos a millares
con marinos aguerridos
que son todos conocidos
por bravos “almogavares”
En esto en la capitana
se alza una efigie imponente
Es Mas. Artur el valiente
que mira por la ventana,
y apreciando la mañana
les ordena displicente:
Pidan inmediatamente,
a los del puerto calado. (*)
El del puerto escupe a un lado
Y dice: “ya es suficiente”
¡Que desprecio a mi navío!
Afirma con voz profunda.
¡Demos una buena tunda
a este pueblo tan impío!
Artur, no te hagas un lío
(le dice el teniente Armilla).
La cosa es más bien sencilla:
¿Cómo es que pides calado
si este barco que has mercado
parece una zapatilla?
¡Ah que injusta que es la vida
con los héroes nacionales!
¡Nos trata como albañales
esta España corrompida!
¿Para que tanta movida?
¿Por qué esta actitud nefasta?
¿Por qué esta traidora casta
me trata con altivez?
Pues tío, porque otra vez
quieres “guindarles” la pasta
(*) Pedir calado es lo que un barco hace cuando llega a puerto para conocer la profundidad del mismo, no sea que debido a su gran tamaño de la línea de flotación hasta la quilla, pueda embarrancar al intentar acceder al interior del mismo
Gracias por tu aportación.
ResponderEliminarFirmado: Patanes