
Pero… hete
aquí que a los pocos días de su profecía, el proceso ucraniano entra en un
acelerador de partículas y se produce una suerte de mitosis territorial en las
regiones orientales, mayoritariamente pro-rusas, enfrentadas a las nuevas
autoridades de Kiev, y claman, como en Crimea, por regresar a la obediencia de
la santa Rusia de Putin. E
inmediatamente Homs recula y se desdice de la calamitosa analogía. No se pueden comparar ambos casos, concluye. Claro que se puede, so
marmolillo, pues las comparaciones sólo tienen caso entre diferentes magnitudes.
Otra cosa es que sean más o menos acertadas, pero lo que no tiene perdón es
confundir comparación con equiparación, que es un error muy extendido.
Sucedió que
por unas horas Homs, en sus delirantes ensoñaciones, entró en éxtasis
patriótico y casi levita y flota por los aires creyéndose Errol Flynn comandando,
¡Al ataque!, la carga de la Brigada Ligera
del 17 de Lanceros, a las órdenes de lord
Cardigan-Mas -lord que nos legó, además de su torpe estrategia militar, una
prenda para caballeros-, contra las posiciones enemigas en las colinas de
Balaklava durante la guerra anglo-rusa de Crimea. Y recitó delante del espejo,
ataviado con uniforme de gala de La
Coronela, los ojos anegados de lágrimas, excitado, todo palote y a punto de
nieve, el poema de Tennyson… Por el valle
de la muerte cabalgaron los 600…
Sólo que el
lío ucraniano, de épica, anda regulín. Ya han comenzado las bofetadas de verdad
y parece que la ensalada de tiros es inminente… pero no porque vaya a
producirse una conflagración bélica declarada entre Kiev y Moscú, un choque de trenes, como se dice por
aquí, sino que asistiremos, cómo no, al ajuste de cuentas entre vecinos, a la
degollina, la matanza, el linchamiento, el holocausto caníbal en aquellas
localidades donde las poblaciones están mezcladas en función de sus
sentimientos de pertenencia.
Ojalá ese
boquimuelle de Quico Homs marre el
tiro en su última comparación y la siguiente que proponga no contenga la
siniestra escenografía de la balacera, de la masacre, de la carne humana
chamuscada y de la sangre derramada en la calle. Patanes Sin Fronteras le
brinda desinteresadamente el modelo Transnistria,
donde las cajetillas de tabaco cuestan 0’25 € al cambio, pero de eso hablaremos
otro día.
Despacho de última
hora.-
Leemos consternados el titular de una noticia que publica el diario El Mundo: Homs ha desparecido… pero no trata de nuestro botarate preferido
sino de la ciudad siria de Homs bajo las bombas de ese conflicto sanguinario y
cainita.
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